Matemáticas fáciles y para todos: octubre 2014

La narración


Siempre que hablamos o escribimos con la intención de contar algo que nos ha sucedido a nosotros o que les ha pasado a otros construimos textos narrativos. Los hechos que se cuentan pueden ser reales, como ocurre en las noticias periodísticas, las crónicas históricas, las retransmisiones deportivas; o ficticios, como los que se relatan en los mitos, las leyendas, los cuentos tradicionales o las novelas. Narrar es, por tanto, contar hechos reales o ficticios que están protagonizados por distintos personajes.
La narratología es la teoría de los textos narrativos. A través de ella se intentan definir los límites y las características de la narración, que no siempre están claros. Para fijar las fronteras de la narración, muchos estudiosos han analizado la forma en que se construye un texto narrativo. Básicamente en un texto narrativo el emisor relata una narración, que es una historia en la que ocurren una serie de acontecimientos relacionados lógica y cronológicamente, causados o experimentados por unos personajes.
Los críticos textuales a lo largo de los años han tenido diferentes formas de acercarse a los textos narrativos, lo que ha permitido resaltar determinados aspectos de la narración, desde los puramente formales hasta los sociales o psicológicos. En el cuadro siguiente se pueden ver las principales teorías desarrolladas a lo largo del siglo XX:
CORRIENTES DE LA INTERPRETACION DE LOS TEXTOS NARRATIVOS
CORRIENTES DE INTERPRETACIÓN DE LOS TEXTOS NARRATIVOS
Formalismo
Considera la forma del texto como un elemento esencial para entender el contenido.
Estructuralismo
Analiza la estructura argumental de cada texto equiparándola a las estructuras gramaticales del lenguaje.
Psicoanálisis
Interpreta las diferentes maneras de expresión e interacción de los sentimientos en un texto.
Marxismo
Combina la interpretación de las raíces sociales de un texto con el sentido que se desprende de su ideología política.
Deconstrucción
Desmonta las concepciones anteriores sobre los textos a través de un análisis lingüístico del significado. .

Una narración es el relato de unos hechos reales o imaginarios que les suceden a unos personajes. Así pues, cuando contamos algo que nos ha sucedido o hemos imaginado tenemos que hacerlo según una estructura o «esqueleto» sobre el que se va montando todo lo que sucede en el relato.

Las buenas narraciones suelen presentar los hechos de modo que se capte y mantenga la atención de los destinatarios. En su forma más típica, las narraciones se estructuran de una manera bastante sencilla.
                El marco narrativo es la primera parte del relato. En él se sitúan espacial
y temporalmente los hechos, se presenta a los personajes que van a protagonizar la historia y se expone la situación inicial, que generalmente es una situación de equilibrio.
    El acontecimiento Inicial es el hecho que rompe el equilibrio original y desencadena el conflicto que dará lugar a la acción.
    Las acciones son las distintas actuaciones que los personajes llevan a cabo para resolver el conflicto planteado.
    La solución supone el paso a una situación final, es decir, a una nueva situación a la que se llega como consecuencia de las acciones de los personajes.
Una buena narración ha de ser dinámica y mantener el interés del lector. Por eso es preciso realizar varias tareas: seleccionar los hechos que se narran -no hay que contarlo todo-; caracterizar adecuadamente a los personajes que intervienen, prestando mucha atención a los diálogos; ambientar los hechos en el tiempo y el espacio de manera que resulten verosímiles; y presentar las acciones de forma ordenada y progresiva.
Para elaborar una narración es necesario, en primer lugar, tener claro el tema: la historia de un asesinato, la conquista del Polo Norte, un viaje al futuro... A partir de ahí, el autor diseña a sus personajes, elige los escenarios y traza un plan general de la obra: Imagina los hechos y circunstancias más importantes y crea un «esqueleto argumental» que irá completando a lo largo del proceso de escritura.
El inicio es fundamental en toda narración. De él depende que el lector siga leyendo y se interese por la obra. Tras él se desarrollan los distintos episodios que forman la trama.
El final de la narración es también muy importante. En él se produce el desenlace de la acción. Puede ser abierto o cerrado, previsible o sorprendente, pero siempre ha de resultar verosímil.
Escribir un relato
Para construir un buen texto narrativo, hay que tener en cuenta estas recomendaciones:
           Procurar que los sucesos que contemos consigan captar el interés de los receptores. Esto se logra fácilmente cuando los sucesos son de por sí interesantes porque sean hechos poco corrientes o extraordinarios, pero también puede obtenerse presentando un hecho común de forma muy atractiva, creando misterio, suspenso o introduciendo elementos sorprendentes, por ejemplo.
           Seguir siempre un orden establecido que permita al receptor comprender fácilmente el relato. En un principio, hasta que se adquiera destreza narrativa, hay que procurar adecuar el relato al orden lineal: inicio, desarrollo, desenlace.

■ El verbo ha de ser el protagonista indiscutible de Ia narración. El principal tiempo narrativo es el pretérito perfecto simple o el pretérito imperfecto, aunque también se puede utilizar el presente. Hay que evitar abusar de verbos de significado poco preciso como hacer. Recordemos que cada acción de los personajes puede ser explicada mediante un verbo específico: fabricar, preparar, cocinar...

Características de la comunicacón escrita

Tanto al leer como al escribir, aprendemos nuevos conocimientos, somos capaces de comunicamos a través del espacio y del tiempo, y propiciamos la reflexión y la creación. La comunicación escrita también tiene un carácter funcional, ya que nos ayuda a relacionamos con el resto de la sociedad, por ejemplo, con instituciones u organismos a través de contratos, leyes, solicitudes, etc.
Cuando dos interlocutores se comunican por escrito se utiliza el canal visual. El contexto del acto comunicativo se compone de diferentes elementos textuales que ayudan a crear un mensaje de forma elaborada. El acto de escribir, por tanto, requiere mayor concentración y rigor que el acto de hablar. También es necesario un dominio amplio del léxico, asi' como de las reglas gramaticales y ortográficas de la lengua, debido al carácter de permanencia de lo escrito, todo ello unido a las exigencias de un estilo variado, selecto y preciso de redacción.
A pesar de que la lengua escrita es la misma que se usa en la comunicación oral, hay una serie de características que la distinguen:
     Se usan letras, tildes y signos de puntuación para construir el mensaje.
     Es reflexiva, organizada, elaborada y lógica.
     Está construida de manera correcta y precisa.
     Es diferida y permanente.
     Se establece una relación unilateral entre el emisor y el receptor.
     Cualquier referencia textual o extratextual se hace con palabras.

La lengua escrita sirve para la expresión del pensamiento. Aunque no siempre es fácil reflejar con exactitud lo que se piensa por escrito, hay diferentes posibilidades para hacerlo. Así se dispone de los diferentes géneros literarios, que permiten mostrar de maneras diversas nuestros pensamientos.
Entre las formas de creación en la lengua escrita se pueden destacar las siguientes:
FORMAS DE COMUNICACION ESCRITA
FORMAS DE COMUNICACIÓN ESCRITA
Expresión
Tipo de texto
Género
Narración
Literario, histórico...
Novela, cuento...
Descripción
Literario, científico...
Poesía, ensayo...
Exposición
Científico, periodístico...
Ensayo, artículo...
Argumentación
Científico, periodístico...
Discurso, tesis...
Diálogo
Literario, didáctico...
Teatro, diálogo...
Epistola
Periodístico, literario...
Carta, epistolario...
Prescripción
Informativo, administrativo...
Instrucciones, recetas...

Al ser una unidad de comunicación que Incluye a todas las demás, el texto se define como la unidad superior de comunicación. Como tal, se produce en una situación, con una intención y unos efectos determinados. El texto es también una unidad lingüistica, puesto que los enunciados que lo componen adquieren significación plena en relación con los demás enunciados de ese texto. Ese contexto verbal es Imprescindible para comprender muchos enunciados.
El estilo es el conjunto de rasgos que distinguen y caracterizan a los diferentes autores en su producción escrita. A través del estilo se desarrolla la capacidad expresiva del autor mediante la elección (consciente o inconsciente) de una determinada serie de rasgos lingüísticos de entre todas las posibilidades que ofrece la lengua, para ayudar así a una mejor transmisión y representación de la información.
Un escritor siempre debe procurar cautivar al lector y despertar interés por medio de la combinación de recursos lingüísticos y literarios que definirán su estilo propio, eligiendo las palabras más apropiadas en el lugar adecuado. Se trata, por tanto, de decidir alguna de las varias posibilidades de las que el usuario de la lengua dispone para expresarse por escrito.
El estilo puede caracterizarse con arreglo a distintos criterios. Así, es posible hacer una primera división muy general diferenciando entre estilo valoratlvo y estilo descriptivo, que se corresponden con la actitud que toma el emisor con respecto a lo que escribe.
La transmisión de la información por escrito se hace más complicada que la transmisión de forma oral, entre otras cosas porque no contamos con elementos auxiliares como los gestos, el tono, la Intensidad o Incluso la mirada. La lectura establece un vínculo entre estas dos formas de comunicación: por un lado, tiene que ver con la escritura, pues reproducimos e interpretamos en la mente un texto escrito; y por otro, tiene relación con la oralidad, ya que al leer se manifiestan aspectos de a lengua hablada, sobre todo si leemos en voz alta.
Así se forma el proceso completo de la comunicación escrita:
Idea     —» palabra —>   escritura —>   impresión —>   lectura  —>   comprensión —> interpretación



Características y formas de la comunicación oral

Características y formas de la comunicación oral

La comunicación oral se desarrolla a través del diálogo. Este se caracteriza por la presencia e intervención de varios emisores, el uso de códigos y registros de lengua muy distintos, así como por la inclusión de diferentes tipos de discurso.

En la lengua oral el diálogo se desarrolla mediante pausas que marcan la alternancia de la palabra entre los Interlocutores que participan.

Podemos distinguir dos tipos de comunicación oral: la espontánea y la planificada.

FORMAS DE COMUNICACIÓN ORAL

ESPONTÁNEA                                                            PLANIFICADA
Conversación Multidireccional                                        Unidireccional
Debate, asamblea, coloquio, entrevista...                                 Conferencia, arenga, mitin...

• La comunicación oral espontánea o conversación carece de un plan organizativo previo: ni los temas ni la estructura están fijados. Este tipo de comunicación se desarrolla siempre en forma de diálogo entre dos o más Interlocutores.

• La comunicación oral planificada se atiene a un plan en el que se fijan de antemano el tema, la estructura y las pautas que regirán la comunicación. Según la naturaleza

de esta, pueden diferenciarse dos clases: comunicación multidireccional y comunicación unidireccional.

- La comunicación multidireccional es aquella en la que intervienen varios interlocutores. Se trata, por tanto, de un diálogo en el que los distintos participantes se van turnando en los papeles de emisor y receptor. Son diálogos planificados la entrevista, el debate o el interrogatorio.

- La comunicación unidireccional es aquella en la que un único emisor se dirige a un conjunto de oyentes. Pertenecen a esta clase de comunicación el discurso o la conferencia.
El discurso presenta numerosas modalidades: el alegato juridico, el mitin, la arenga...

En el alegato juridico se exponen las razones que sirven de fundamento a lo que se pide. El mitin, por su parte, destaca por su contenido propagandístico, En la arenga, es la finalidad de enardecer los ánimos la que determina el discurso.

En la imagen, Alocución del marqués del Vasto a sus soldados, de Tiziano. Museo del Prado, Madrid.

Transcribir un diálogo

Hay tres formas de transcribir los diálogos: en estilo directo, en estilo indirecto y en estilo indirecto libre.

■ El estilo directo consiste en reproducir de forma literal las palabras de cada interlocutor, que se escriben en línea aparte encabezada por una raya.

Generalmente, cada intervención se compone de dos partes: los parlamentos, es decir, las palabras que pronuncian los interlocutores; y los incisos o aclaraciones del narrador, que van siempre detrás de una raya y se refieren por lo general a las reacciones y sentimientos que muestran los personajes. 

Ejemplo:

¿Qué pasa?                                  -preguntó receloso.

Parlamento                                                Inciso

Cuando interrumpe el parlamento del personaje, el inciso se escribe entre rayas. Ejemplo: -¡José Luis! -le recriminó la mujer- Tu padre está buscando una solución, no lo olvides.

• En el estilo indirecto es el narrador quien reproduce con sus propias palabras

lo que dicen los personajes. En este caso no se escribe raya, se emplea un verbo de habla (decir, preguntar...) y un enlace (que, si, un interrogativo...) Ejemplos:

Preguntó qué pasaba.

La mujer dijo a José Luis que no olvidara que su padre estaba buscando trabajo.

• El estilo indirecto libre es una variante del estilo indirecto en la que se eliminan los verbos de habla. El lector distingue la voz del personaje de la del narrador

por el contexto o por los cambios verbales. Veamos un ejemplo, extraído de una novela de Vicente Blasco Ibáñez:

Pero don Antonio contestaba con risitas irónicas que desesperaban al pobre viejo.

¡Vaya unas ideas rancias! ¿De dónde salía para atreverse a hablar contra un negocio tan legal y admitido por todos?

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